La
Pastoral Social de la Diócesis de Palmira vive la cultura y la promueve. Como
parte de este objetivo, actualmente adelanta cursos formativos de teatro,
danza urbana y folclórica en las instalaciones del Hogar de Paso ‘Papa
Francisco’.
Los
talleres se realizan en Palmira gracias al apoyo de la Escuela Municipal de
Arte (EMA) ‘Ricardo Nieto’, que con sus programas de extensión llega a otros
lugares del municipio. En esta oportunidad, la población migrante venezolana es la
beneficiada, quienes hoy tienen oportunidad de acceder a estos cursos de
formación artística.
Este
trabajo hace parte de la metodología de la Iglesia que nos invita a acoger,
proteger, promover e integrar.
Y es
en el “integrar” donde la promoción y defensa de la cultura toma mayor
importancia, pues esta metodología nos llama al “contacto con el otro”, la
otra, a abrirnos para “aceptar sus aspectos válidos y contribuir así a un
conocimiento mayor de cada uno” y cada una, posibilitando el encuentro
intercultural y reconocimiento de nuestras diferencias como un hecho positivo, para
el aprovechamiento e intercambio de saberes.
La mejor
forma de adentrarnos en el “integrar”, es conociendo un poco el desarrollo de
los talleres de teatro, su importancia y objetivos. Para ello dialogamos con la
joven encargada del proceso de formación.
“El
objetivo de estos cursos es poder desarrollar habilidades en las personas, como
habilidades de comunicación, de trabajo en equipo, de desarrollo personal;
entonces lo que buscamos es que, si bien aquí venimos a actuar y a jugar en el
teatro, también venimos a trabajar el ser humano”, nos cuenta Erika Paola
González, docente de la Escuela Municipal de Arte (EMA) Ricardo Nieto.
Las
experiencias son muchas y enriquecedoras en este proceso de formación que se
adelanta con jóvenes entre los 8 y 20 años de edad. El intercambio de
experiencias con personas provenientes de otros países es otro de los factores
importantes.
“Ha
sido genial trabajar con estos chicos y chicas con todas sus experiencias de
vida. Ha sido muy enriquecedor trabajar con esta población migrante. Esta es la
tercera semana, y aunque hemos tenido distintos estudiantes en las clases, esto
no ha sido un obstáculo, pues todas y todos han tenido mucha receptividad, y se
han desarrollado las clases de la manera esperada”, afirma Érika Paola.
El teatro, además de ser una expresión artística, posibilita el encuentro entre personas para desarrollar procesos de diálogo e intercambio de saberes a través del arte. De este modo, la Pastoral Social en Palmira avanza hacia propuestas de atención integrales a población migrante.
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