El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU, en atención para la Seguridad Alimentaria de población vulnerable, se
desarrolla en el Valle del Cauca beneficiando a ocho municipios de este
departamento: Palmira, Buga, Tuluá, Cartago, Roldanillo, El Dovio, Zarzal y Caicedonia.
El programa está a cargo del Secretariado de Pastoral Social
de la Diócesis de Palmira en su calidad de socio implementador, cuyo trabajo ha
beneficiado a más de 13 mil personas en situación de vulnerabilidad.
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Actualmente el programa se encuentra en la fase de
entrega de ayudas, un proceso que se da luego de focalizar, caracterizar y
seleccionar a las personas que son beneficiadas.
“Estamos
iniciando el proceso de las entregas tanto de efectivo como de bonos de
alimentos, manteniendo una comunicación continua con los administradores de los
almacenes, supervisores y responsables de los puntos de cobro en las distintas ciudades
para garantizar, primeramente, la seguridad de todos nuestros beneficiarios y,
segundo, que tengan éxito al momento de redimir el bono”, indica Sofía Pérez,
coordinadora de la Pastoral Social para el tema del PMA.
Por
estos días el trabajo se ha tornado un poco más complejo, puesto que el Paro Nacional
ha dificultado el tránsito por el departamento del Valle y también ha
ocasionado algunos traumatismos administrativos derivados de esas complejidades
de la inestabilidad social del país.
“Hemos
tratado de no parar con todas las líneas que conforman el PMA, principalmente,
de manera presencial, ya que muchas familias dependen de estas ayudas y están
en la espera de ser llamadas. Cabe resaltar que las personas que atendemos
vienen pasando un proceso de crisis migratoria y que la situación del país ha
afectado la poca estabilidad que muchos han venido logrando”, explica la
coordinadora del programa.
Sin
embargo, a pesar de las dificultades, el programa del PMA avanza beneficiando a
quienes más lo necesitan. De la mano de la Pastoral continúa aportando a esas
necesidades que no dan espera.
“El balance es muy positivo, pienso que, aunque estemos pasando por una situación compleja que nos afecta a todas y todos, todo el equipo de la Pastoral Social no se detiene y continua con el arduo trabajo día a día, generando respuestas a todas esas familias que nos han solicitado apoyo y hemos podido atender. Como socios implementadores del programa mundial de alimentos debemos dar una atención efectiva pero primordialmente segura, garantizando la protección de todos nuestros beneficiarios”, concluye Sofía.
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