El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU funciona en siete municipios del Valle del Cauca. Esto es posible gracias a que el Secretariado de Pastoral Social de la Diócesis de Palmira, actualmente, es socio implementador de este programa.
Palmira,
Buga, Tuluá, Cartago, El Dovio, Zarzal y Caicedonia son los municipios que se
benefician de las ayudas entregadas por el PMA, las cuales se adjudican a personas
en situación de vulnerabilidad, como lo son población migrante y refugiada, así
como personas de Colombia cuyos casos así lo requieran.
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En
total son tres las ayudas que recibe cada persona, cuya distribución se da en un
tiempo máximo de tres meses. A la fecha, en el departamento del Valle del
Cauca, son más de 13 mil personas quienes han recibido este beneficio.
“Las
ayudas constan de tres entregas, pueden realizarse en dos meses (una entrega
doble y una normal), o pueden ser las tres entregas divididas una por mes.
Desde mayo de 2020, actualmente nosotros llevamos más de 13 mil personas
beneficiadas a través del Programa Mundial de Alimentos”, afirma Sofía Pérez,
coordinadora de la Pastoral Social para el tema del PMA.
El
mecanismo para acceder a las ayudas consta de tres pasos. El primero, es realizar
un registro a través de una encuesta vía telefónica que permite estudiar cada caso;
si la persona es elegida como beneficiaria del PMA, luego sigue un segundo
momento donde se realiza una caracterización y verificación del núcleo familiar;
y, por último, finalmente se procede a la entrega de las ayudas.
“El
primer paso es hacer una identificación de la población que necesita o solicita
el apoyo. Nosotros hacemos una encuesta a través de una herramienta que se
llama ‘Focalización’, esta herramienta nos la brinda el PMA. Nosotros
ingresamos a las familias allí. Enviamos estos datos y ellos hacen una verificación.
Luego nos devuelven esos datos con toda la información del núcleo familiar, y
procedemos a la activación de los bonos. Es la herramienta del PMA quien elige
a los beneficiarios”, explica la coordinadora del programa.
El trabajo
de registro y caracterización también ha permitido conocer de manera integral los
problemas que padece la población migrante, refugiada y la población
colombiana, acercando a los trabajadores y trabajadoras de la Pastoral Social de
manera humana y solidaria.
“Todo proceso del PMA nos hace abrir la puerta de gestión de casos de forma integral, porque no solamente damos una ayuda, hacemos una atención humanitaria, sino que hay muchas otras problemáticas que podemos censar a través del Programa Mundial de Alimentos, como el de salud, educación, casos que requieren atención psicosocial, por ejemplo. Entonces escuchar a una familia en una situación compleja, conocer humanamente por lo que están pasando, ya es como parte de nuestro trabajo”, concluye Sofía Pérez.
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